Diez curiosidades sobre la vida de Nikola Tesla

1. El número 3

Nikola Tesla tuvo una obsesión con el número 3. 

Se dice que a menudo caminaba alrededor de un mosaico, ladrillo o piedra unas 3 veces antes de entrar en un edificio y que requería de 18 (un número divisible por 3) servilletas para pulir sus cubiertos y vasos, los que utilizaba para comer y beber cada noche. 

Cuando murió, lo hizo 3 días antes de su cumpleaños número 87, solo, en la habitación 3327 (otro número divisible por 3) de la planta 33 del hotel New Yorker, en el que vivió sus últimos años.

2. No dormir durante sus días de inspiración
Tesla trabajando en su laboratorio de Colorado Springs

Al igual que Leonardo Da Vinci, Nikola Tesla dormía muchas veces al día, pero nunca en un período de más de dos horas a la vez. 

Solía hacerlo en horarios de trabajo que a menudo lo mantenían en su laboratorio hasta después de las 3 AM. Después de estos breves descansos, iniciaba nuevamente sus actividades unas horas más. Se dice que Tesla habría llegado a trabajar durante 84 horas seguidas en alguna ocasión. 

Mientras que Tesla nunca consiguió lo que podría considerarse “una noche de sueño reparador”, reconoció su costumbre de “dormitar" de vez en cuando.

3. Abeja Reina

Tesla hizo muchas predicciones sobre el futuro, entre las que estaban: las máquinas voladoras que reemplazarían a los automóviles, la transmisión inalámbrica de energía y el surgimiento de las mujeres como el sexo dominante. 

En 1926, predijo un escenario “Abeja Reina”, en el que las mujeres podrían superar todos los obstáculos y crear un ambiente más intelectual, con una sociedad más selectiva. 

La mente femenina ha demostrado una gran capacidad para equiparar las habilidades mentales y los logros de los hombres. En las futuras generaciones se supone que esta capacidad se ampliará. La mujer promedio será tan bien educada como el hombre medio, y cada vez podrá asimilar una mejor educación por las facultades latentes en su cerebro, debido a siglos de reposo. La incorporación de la mujer en nuevos ámbitos del trabajo, su gradual avance en la faceta del liderazgo, primero opacará y finalmente disipará sensibilidades femeninas y hasta hará reducir el instinto maternal, por lo que el matrimonio y la maternidad puede llegar a transformarse en algo que la gente no quiera hacer y así acercarnos más y más a la civilización perfecta de la abeja. 

Tesla no tenía miedo de predecir un futuro de esta naturaleza, pero lo abrazó y sostuvo, lo que sugiere que para él sería posible crear una sociedad casi perfecta mediante una reproducción más selectiva y así obtener menos ciudadanos indeseables.

4. Una vida saludable

Nikola Tesla creía, como coinciden muchos expertos en salud, que debía tener un cuerpo sano para mantener una mente sana. 

Fiel a este precepto, sacaba el tiempo necesario durante su jornada laboral para caminar entre 8 y 10 kilómetros al día, ya que era procuraba mantenerse en forma. Por la noche, antes de acostarse, Tesla  doblaba y estiraba los dedos de los pies unas 100 veces por cada pie. Él entendía que esto estimulaba las células del cerebro. 

Incluso se hizo vegetariano en sus últimos años, ingiriendo únicamente lácteos, pan, miel y jugos vegetales, ya que él creía que esto sería beneficioso para su salud.

5. Aspecto y apariencia

Junto con las creencias sobre la vida sana, Nikola Tesla era estricto en su apariencia y la de aquellos que tenía a su servicio como empleados o personas a cargo. 

Siempre vestía de manera meticulosa y muy cuidada. Estaba convencido de que el mundo entendía y/o admitía a un hombre por su aspecto y que una buena apariencia, a menudo, podía abrir muchas puertas. 

Tesla era tan exigente en estas creencias que una vez despidió a uno de sus secretarios por sobrepeso y repetidamente enviaba de vuelta a su casa a otros, durante una jornada de trabajo, para que se pusieran un atuendo más elegante.





6. Era célibe

Nikola Tesla decidió vivir una vida de celibato. Se dice que Tesla tenía mujeres que caían a sus pies, debido a su brillantez, su fama y sus períodos de abundancia económica, sin embargo, Tesla hizo esta elección creyendo que el sexo podría enturbiar su pensamiento, afirmando que su castidad era muy servicial y útil a sus habilidades científicas. 

Al final de su vida, Tesla se cuestionó si se sacrificó demasiado en su trabajo al no tener una esposa.

7. Afición por las palomas

Tesla pudo haber optado por permanecer alejado de las mujeres y el matrimonio, pero de acuerdo a algunos reportes, creció demasiado encariñado con las palomas. 

Cerca del final de su vida, Tesla se acercaba a un parque, todos los días, para alimentar a las palomas. Empezó a traer ejemplares heridas a su habitación de hotel para cuidarlas y recuperarlas.

Cuenta que una vez, que cada día era visitado en el parque por una paloma blanca lesionada. Tesla llegó a gastar más de $2,000 (de los de entonces) en curar un ala rota de una paloma y una de sus patas, incluyendo la construcción de un dispositivo ortopédico para que el ave pudiera apoyarse cómodamente y así favorecer la recuperación de sus huesos.

He estado alimentando a palomas, a miles de ellas, desde hace años. Pero había una, una hermosa paloma de color blanco puro, con ligeras puntas grises en las alas que era diferente. Era una hembra. Cuando tenía deseos de verla, la llamaba y ella venía volando hacia mí. Amaba a esa paloma como un hombre ama a una mujer, y creo que ella también me quiso. Mientras la tuve, hubo un propósito en mi vida.

8. Hiperpolíglota

Cada ingeniero tiene su propio idioma natal y alguna lengua universal (como el inglés y últimamente el mandarín), para desenvolverse en su profesión y relacionarse laboralmente con ingenieros de otras partes del mundo. Nikola Tesla era capaz de hablar y de desenvolverse con facilidad en ocho idiomas: Serbio - Croata, Checo, Inglés, Francés, Alemán, Húngaro, Italiano y Latín. Se considera hiperpolíglota a alguien que puede hablar más de seis idiomas con fluidez y un alto grado de competencia. 

9. Amistades célebres

Twain en el laboratorio de Tesla, con éste al fondo

Al igual que muchos genios creativos, Tesla se negó a menudo a asistir a compromisos sociales, prefiriendo la compañía de su trabajo antes que charlar en una cena o una fiesta. Pero tenía unos cuantos amigos, muchos de los cuales eran escritores (tal vez, como hiperpolíglota, apreciaba a aquellas personas cuyo trabajo se inclinaba hacia las letras) que llegaron a tener fama.

Entre ellos estaba Mark Twain. Cada cual era admirador del trabajo del otro, antes de conocerse. Twain, cuya palabra era lo más parecido al oro en ese momento, describió el motor de inducción inventado por Tesla como "la patente más valiosa desde la invención del teléfono", antes de que se conocieran.

Tesla y Twain pasaban muchas horas juntos en el laboratorio de Tesla y en otros lugares. Cuando Tesla desarrolló un oscilador mecánico que producía corrientes alternas y estaba orientado como un dispositivo que podría ser terapéutico, Twain incluso ayudó a Tesla a hacer muchas pruebas de funcionamiento.

10. Extravagancias y rarezas

Tesla siguió trabajando hasta sus últimos años
Existen informes que señalan que Tesla siempre despreció las joyas y nunca fue dueño de ninguna, viéndolo como un desperdicio y algo que era más una carga o preocupación, antes que un elemento de valor. En sus últimos años, sin embargo, parece que se centró en las perlas, ya que además de odiar las joyas, comenzó a odiar los objetos redondos. 

En sus últimos años, Tesla no soportaba tocar pelo y ni siquiera le gustaba dar la mano.